La vacuna se desarrolló en un período mucho más corto debido a la obvia necesidad de abordar la amenaza a la salud pública que enfrenta la nación a raíz de la pandemia. Un tiempo de desarrollo y revisión más breve no implica que la vacuna no sea segura.

La reducción de los tiempos de desarrollo es el resultado de los avances tecnológicos para mapear el ADN del virus y del uso de plataformas de vacunas creadas para otras enfermedades que estaban en funcionamiento para desarrollar y probar la vacuna. El coronavirus que causa COVID-19 es parte de una familia más grande de coronavirus. Está relacionado con el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). Según la Clínica Mayo, los investigadores se han dedicado durante años a estudiar vacunas para estos virus relacionados, de modo que las investigaciones actuales no empezaron de cero.

El proceso de los ensayos clínicos se aceleró inscribiendo a más personas en los ensayos para mejorar la recopilación rápida de datos y el análisis más temprano de los datos de seguridad sobre poblaciones demográficamente diversas. Esto también aceleró el proceso de revisión de la FDA, ya que iba supervisando los datos en simultáneo. El tiempo de entrega/distribución se acortó al permitir que la fabricación tuviera lugar mientras se aprobaba la vacuna, y no después.

Especialistas y científicos de la FDA y el Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación (ACIP) revisaron los datos de desarrollo de la vacuna. Se llevará a cabo un exhaustivo trabajo de control posterior para proteger a quienes se hayan vacunado.

A continuación, se incluyen otras medidas que ha tomado el gobierno de EE. UU. para acelerar el desarrollo y la fabricación de la vacuna:

  • Estudios de mayor envergadura: El gobierno federal autorizó a los fabricantes a realizar estudios de mayor envergadura para alcanzar objetivos más rápido que si fueran de menor escala.
  • Inversión económica: El gobierno estadounidense asumió un compromiso financiero que permitió a las empresas fabricar grandes cantidades de vacuna sin absorber todos los riesgos financieros.
  • Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU.: La FDA aceleró los ensayos clínicos y ha asesorado e interactuado de manera oportuna con los desarrolladores.

Dichas acciones se llevaron a cabo de acuerdo con la iniciativa federal coordinada “Operación Velocidad de la Luz” (Operation Warp Speed), impulsada por el gobierno nacional para producir una vacuna segura y eficaz contra el COVID-19.