Los dos desarrolladores con más probabilidades de producir primero una vacuna contra el COVID-19 indicaron que existen muy pocos efectos secundarios potenciales, y que ninguno de ellos es grave. Los más comunes son dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolores musculares y dolor de cabeza, y suelen desaparecer en el plazo de 24 horas. Dicho esto, ciertos organismos reaccionan diferente, y es posible que algunas personas tengan síntomas más fuertes que otras. La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) continuarán supervisando la seguridad de las vacunas contra el COVID-19 para garantizar que se identifiquen hasta los efectos secundarios menos frecuentes.